El deterioro gradual de la audición es un proceso que suele aumentar con la edad. Sin embargo, no es un fenómeno que deba ignorarse sólo porque se deba a la vejez: los problemas auditivos deben tratarse rápidamente para evitar que empeoren y mejorar significativamente la calidad de vida. La pérdida de audición también es cada vez más frecuente entre los jóvenes: ¿por qué ocurre y cómo puede evitarse?
¿Cómo funciona la audición?
Navegación
El oído es uno de los sentidos básicos del ser humano. Nos permite percibir todo tipo de sonidos ambientales y hablar entre nosotros, y todo el proceso es extremadamente complejo. Las ondas sonoras llegan al oído externo, donde viajan hasta el tímpano, que empieza a vibrar: es esta vibración la que se transmite al oído medio y luego a la cóclea en el oído interno. Bajo la influencia de los impulsos mecánicos que recibe el oído interno, el cerebro procesa los sonidos.
La audición humana es bastante precisa, capaz de percibir sonidos de distintas frecuencias e intensidades, seleccionar sonidos y oír espacialmente. Con el tiempo, sin embargo, la transmisión de impulsos puede verse afectada y la audición empieza a fallar. Los problemas auditivos suelen empeorar progresivamente, pero también puede producirse una sordera súbita, normalmente debida a una lesión o accidente.
Prueba Suplemento Atinnuris combate eficazmente los problemas de audición y los acúfenos.
¿Cuáles son los tipos de pérdida de audición?
La pérdida auditiva se manifiesta en distintos grados de severidad. La profundidad de la pérdida auditiva se mide con un audiómetro, que determina la gama de decibelios en la que el paciente puede percibir los sonidos. Cuanto más alto sea el umbral, mayor será el grado de pérdida auditiva. Las dificultades auditivas también suelen estar relacionadas con la frecuencia de los sonidos: el problema no es tanto el volumen como la percepción de sonidos graves o agudos. Las clasificaciones médicas incluyen la pérdida auditiva leve, moderada, severa y profunda. Cuando el nivel umbral es de 91 decibelios o más, es prácticamente imposible comunicarse con una persona.
La pérdida de audición comienza alrededor de los 40 años, aunque es importante recordar que siempre es un problema individual. Hoy en día, cada vez son más los jóvenes que sufren pérdida de audición, lo que tiene mucho que ver con el uso frecuente de auriculares o con estar en ambientes muy ruidosos. La pérdida de audición no tratada es cada vez más grave, por lo que es importante reaccionar rápidamente ante estos cambios para evitar la sordera total.
Según el tipo de deficiencia auditiva, la pérdida de audición puede subdividirse en:
- Conductor,
- recibir,
- mixto (conductivo-receptivo)
La pérdida auditiva conductiva significa que el oído pierde su sensibilidad natural a los sonidos: la persona puede oír, pero no con precisión, y suele percibir mucho mejor los tonos agudos que los graves y, paradójicamente, le resulta más fácil entender los susurros cerca del oído que una conversación normal. La hipoacusia neurosensorial es simplemente una disminución del umbral de audición, mientras que la hipoacusia mixta presenta síntomas de ambos tipos de hipoacusia, y es más frecuente en personas mayores.
Lea también: cápsulas contra los problemas de audición.
¿Cuáles son las causas de la pérdida de audición?
La pérdida de audición no es totalmente natural. Es evidente que el envejecimiento influye en que cada vez oigamos menos, pero también intervienen muchos factores externos, por lo que la sordera progresiva no debe considerarse una consecuencia inevitable de la vejez. Los problemas auditivos están muy influidos por el progreso de la civilización: como demuestran numerosos datos, las personas mayores que viven en grandes ciudades tienen muchas más probabilidades de sufrir pérdida de audición, que en estos casos es más profunda. El ruido es muy perjudicial para la audición y provoca la atrofia de las células del oído interno. El estrés y el debilitamiento general del organismo también son perjudiciales, tanto que impiden que se regenere bien. Para fortalecer el cuerpo, pruebe lo siguiente AstaxKrill.
Los sucedáneos, una dieta pobre en vitaminas y las infecciones de oído desatendidas también contribuyen a la pérdida de audición. En algunos casos, la pérdida de audición se desarrolla debido a la medicación o es un síntoma concomitante de otra enfermedad - se diagnostican problemas de audición en infecciones víricas, infecciones bacterianas agudas, enfermedades infecciosas, entre otras -. En ocasiones, la pérdida de audición remite una vez curada la enfermedad, pero a veces la pérdida de audición sigue siendo permanente, a pesar de la eliminación de la causa original. La sordera también puede acompañar a la diabetes, la arteriosclerosis, la hipertensión y las enfermedades cardiovasculares. Es importante cuidar la salud y combatir las distintas afecciones lo antes posible. En el caso de la hipertensión y las enfermedades cardiovasculares, son útiles las siguientes medidas Suplemento de corso.
El deterioro repentino de la audición se debe principalmente a traumatismos craneales, como una fractura del hueso temporal o una conmoción cerebral. Los esfuerzos excesivos que provocan cambios bruscos de presión o las inmersiones a grandes profundidades pueden dañar gravemente el órgano de la audición.
¿Cómo se diagnostican los problemas de audición?
Para algunas personas, los problemas auditivos se manifiestan no sólo con el deterioro de la audición en sí, sino también, por ejemplo, con dolores de oído, exudados auditivos y dolores de cabeza. Por lo general, sin embargo, se trata simplemente de una disminución de la calidad de la audición: ya no se perciben todos los sonidos como antes, es más difícil distinguir los sonidos individuales y sólo se perciben determinadas frecuencias. Para un diagnóstico detallado, siempre es necesario consultar al médico, que evaluará el estado del paciente no sólo en función de la funcionalidad del propio órgano auditivo, sino también de la presencia de otras enfermedades, traumatismos o infecciones previas, estilo de vida y casos de sordera en la familia.
Lea también: colágeno innovador mejorar el aspecto de la piel, el cabello y las uñas.
¿Cuáles son los síntomas más comunes de la pérdida de audición?
Según los expertos, los problemas auditivos comienzan ya en la cuarta década de la vida, independientemente del sexo, aunque en los grupos de mayor edad la pérdida de audición es más común en hombres que en mujeres. Después de los 65 años, una de cada dos personas ya sufre pérdida de audición, pero no todas las personas mayores siguen un tratamiento adecuado o al menos combaten los desagradables síntomas. Esto suele deberse a la creencia de que la audición empeora con la edad y que no se puede hacer nada al respecto, y también al hecho de que estos cambios se producen de forma lenta y gradual, de modo que los ancianos pueden acostumbrarse a ellos.
Los primeros síntomas de la pérdida de audición no suelen recordarse y, a menudo, son los familiares y las personas de su entorno quienes no se dan cuenta de la aparición de la pérdida de audición: por ejemplo, puede escuchar la televisión muy alta o pronunciar mal las palabras. La pérdida de audición puede afectar a un solo oído o ser bilateral, y a veces a la pérdida de audición se añade un molesto tinnitus. Los síntomas típicos de la pérdida de audición son
- escuchar la radio o la televisión a un volumen más alto que antes
- no entender al interlocutor y pedirle a menudo que repita lo que ha dicho
- tergiversando las palabras oídas
- habla poco clara, más murmullos o tartamudeo
- principales problemas durante una llamada telefónica
- contacto más nervioso con el entorno
- retraimiento de la vida social y comunitaria para no escuchar a los demás
¿Deben tratarse los problemas de audición?
Los defectos auditivos no son incurables. En casos muy avanzados, puede ser difícil, si no imposible, restablecer la audición a su nivel original, pero incluso una mejora parcial de la audición contribuye significativamente a la calidad de vida de una persona mayor. La audición tiene una importancia considerable para la forma física y la salud general, y los médicos señalan que la pérdida de audición contribuye significativamente al desarrollo de la depresión - con una pérdida de audición profunda, este riesgo aumenta hasta cinco veces.
Aplicando el tratamiento con rapidez, es posible ralentizar o incluso detener por completo el proceso de degeneración de las células del sistema auditivo. También es posible regenerar la audición y restablecerla, la mayoría de las veces cuando la pérdida de audición está relacionada con infecciones de oído o determinadas comorbilidades que requieren un tratamiento eficaz. La pérdida de audición no sólo dificulta la comunicación con los demás, sino que también crea nuevos riesgos para la persona mayor, por ejemplo en la calle, donde una buena audición permite detectar y reaccionar a tiempo ante diversas situaciones peligrosas.
Las personas con pérdida de audición suelen sentirse excluidas porque no pueden comunicarse eficazmente con su entorno, hacer recados o ir de compras, y el aislamiento forzado no hace sino acelerar los cambios de la demencia y provocar todo tipo de problemas mentales.
¿Cómo puede tratarse la pérdida de audición?
El primer paso debe ser una anamnesis detallada, durante la cual el médico puede indicar las causas de los problemas auditivos y su gravedad. Tras el diagnóstico inicial, se realizan pruebas auditivas especializadas para confirmar el diagnóstico o descartar las causas inicialmente supuestas. Una vez determinados el tipo y la gravedad de la pérdida auditiva, el médico elige el método de tratamiento óptimo, de modo que aporte el máximo beneficio al paciente y no le cause efectos secundarios.
Un tratamiento popular para la pérdida de audición es el audífono. Se trata de un pequeño dispositivo que se lleva detrás de la oreja o acoplado a unas gafas; algunos audífonos se diseñan directamente en la oreja o se llevan en un bolsillo, con sólo introducir unas cómodas orejeras en el oído. Los audífonos modernos son muy cómodos de llevar y tienen muchas funciones útiles para hacer la vida aún más cómoda a la persona con una discapacidad auditiva.
Otra opción es la cirugía. Puede colocarse bajo la piel un implante para mejorar la audición, mientras que el tratamiento quirúrgico también puede ayudar a eliminar defectos en el tímpano o los huesecillos. Las intervenciones quirúrgicas se realizan bajo anestesia, por lo que el paciente debe recibir el visto bueno antes de la cirugía; si la afección es grave, la cirugía no siempre es posible, por lo que queda un audífono o un tratamiento farmacológico especialmente seleccionado. Para las pérdidas auditivas menos graves, pueden ser útiles la medicación y los suplementos dietéticos.
Tinnitus
Tinnitus es una afección igualmente frecuente y a menudo subestimada entre las personas mayores. Se calcula que alrededor del 18% de los adultos padecen tinnitus. El tinnitus se define como un sonido que se oye en la cabeza, pero que no procede de ninguna fuente externa. Puede tratarse no sólo de un zumbido, sino también de silbidos, traqueteos, golpes o chirridos en la cabeza. El tinnitus puede aparecer sólo en determinadas situaciones, como al dormirse o durante un esfuerzo físico intenso. No siempre va acompañado de pérdida de audición, pero suelen combinarse ambas afecciones. Los acúfenos, al igual que la pérdida de audición, afectan más a menudo a las personas mayores, por lo que no deben subestimarse.
Los acúfenos pueden aparecer por diversos motivos: lesiones, infecciones, hipertensión, estrés, agotamiento, como efecto secundario de la toma de ciertos medicamentos. Los acúfenos pueden combatirse con suplementos que aporten los micronutrientes que faltan o ayuden a normalizar la tensión arterial. Cuida también tus niveles de colesterol: lo siguiente te ayudará en este sentido Control de Lípidos Plus.
¿Cómo se cura la audición?
Es importante cuidar la audición desde una edad temprana, cuando no hay nada malo en ella. Lo más importante es evitar el ruido: hay que llevar protectores auditivos en el trabajo y limitar la música alta y los auriculares en el tiempo de ocio. Tampoco hay que ignorar las infecciones de oído, que pueden provocar graves alteraciones en la anatomía del órgano auditivo, y tener en cuenta una buena higiene: no hay que limpiarse los oídos con bastoncillos y hay que evitar el agua.
Es mejor no eliminar el cerumen uno mismo; es más seguro que lo trate un otorrinolaringólogo, aunque los preparados disponibles en farmacias pueden ser eficaces para el cerumen más pequeño. Dado que los problemas auditivos pueden estar causados por infecciones y contagios, es conveniente vacunar a los niños contra la meningitis y la rubéola, y el tratamiento de los resfriados u otras enfermedades víricas o bacterianas de este tipo debe incluir también el sistema auditivo.
Deja una respuesta